Una de las grandes palancas de un proceso de cambio o mejoramiento de cultura, es la comunicación; una herramienta que moviliza, conecta y lleva a la acción.
No se trata únicamente de los boletines, piezas gráficas o anuncios internos, sino de un proceso que facilita la construcción de relaciones, moviliza, conecta y motiva. Cuando se pasa de informar a conversar, se fortalece la confianza, se alinea el propósito y se integran los principios y valores en cada proceso de la organización.
¿Por qué es tan importante invertir en comunicación?
Un estudio de Harvard Business Review identifica la comunicación como la habilidad esencial en las empresas, aquella en la que más vale la pena invertir para generar impacto real, pues esta impacta directamente en la productividad, el liderazgo y la cultura. Estudios de la consultora Gartner, por ejemplo, revelan que las empresas que priorizan la comunicación interna experimentan hasta un 15% de mejora en la productividad y un 25% de reducción en la rotación del personal. Además, el 70% de los empleados comprometidos atribuyen su motivación a una comunicación clara y cercana en torno a la visión, misión y diferentes aspectos de la organización.
Es por eso que, cuando una organización decide trabajar de forma intencionada su cultura, debe centrar los esfuerzos en construir un mapa en el que se puedan evidenciar las capacidades que se deben incorporar o fortalecer en el día a día para lograr los objetivos y acompañarlas a través de un plan de formación que involucre a los líderes y empleados de la empresa.
En el caso específico de la comunicación, los esfuerzos deben centrarse en desarrollar esta habilidad primero en los líderes, porque son los principales movilizadores de cultura y referentes para sus equipos. Por tanto, fortalecer la escucha activa, la empatía, asertividad y el manejo de situaciones difíciles, es esencial para que su comunicación sea humana, cercana, conecte con su gente y potencie el compromiso. Así mismo, brindarles herramientas a todos los empleados para expresar sus ideas y recibir retroalimentación de manera efectiva, generará un impacto directo en la cultura.
Fortalecer las habilidades de comunicación en todos los colaboradores no es solo una herramienta, sino una decisión estratégica para liderar la transformación cultural y construir una base sólida para el éxito organizacional. Apostar por espacios de formación como talleres de comunicación debe ser visto como una inversión en el futuro de las empresas.