Cuando pensamos en el liderazgo, generalmente lo asociamos con la capacidad de inspirar y movilizar a otros. Sin embargo, pocas veces pensamos cómo esos mismos principios de liderazgo pueden aplicarse a aspectos tan personales como nuestra alimentación.
Por muchos años, pensé que me alimentaba correctamente, aunque mi sistema digestivo me decía lo contrario, y otras partes de mi cuerpo lo confirmaban con diferentes síntomas. Cansada de no tener un diagnóstico claro, decidí empoderarme y tomar el control de mi salud. Comencé a aprovechar el conocimiento que tengo sobre la cocina y a escuchar a mi cuerpo como escucharía a un equipo de trabajo. En esas «conversaciones», comprendí que debía tomar el liderazgo de algo tan esencial como mi alimentación.
Asumir el liderazgo de la alimentación es muy similar a liderar un equipo, ya que implica tener una visión clara de lo que se quiere lograr, construir una estrategia que funcione a largo plazo, tomar decisiones conscientes y anticiparse a las necesidades.
También requiere mentalidad de aprendizaje para formarse y adquirir nuevas competencias que brinden mayor criterio, además de apoyarse en expertos y mentores que contribuyan a ser un mejor líder en el proceso.
Es fundamental tener empatía y comprensión con uno mismo para entender que el camino no es lineal y que hay días mejores que otros. Se necesita confianza en el cuerpo y en su capacidad de resiliencia, motivación para no desistir y volver a viejos esquemas, así como buena gestión del tiempo y organización para no dejar al azar lo que se va a comer. Además, es necesario administrar correctamente los recursos para poder alimentarse bien sin gastar una fortuna.
Esta relación entre la alimentación y el liderazgo me ha enseñado que el bienestar es una responsabilidad y una decisión estratégica que fortalece mi capacidad de inspirar y movilizar a otros. Así nació una de mis líneas de trabajo: la cocina como vehículo para promover el bienestar en las personas, en la que por medio de talleres, que integran el conocimiento con la práctica, enseño a alimentarse de una forma más consciente, pero sobre todo, brindo herramientas para que cada persona se empodere y lidere este aspecto fundamental de su vida.